A medida que esta sanción se va dando en el individuo, el bien estar aumenta, la energía vital aumenta, la seguridad en uno mismo aumenta, el sistema inmunológico se fortalece, nos sentimos más plenos y vitales, aprendemos a manejar nuestras propias herramientas y recursos ante las dificultades que se van planteando en el camino, tal es el impacto de nuestra armonía interior que al darnos un trato cálido y amoroso, algunos *desarreglos físicos* pueden cesar, ya que el cuerpo somatiza los bloqueos energéticos, producidos por heridas o cargas emocionales, no resueltas, produciendo ansiedad, estrés, rigidez cervical, estreñimiento, bruxismo, insomnio.. que nos lanzan un mensaje claro de atención sobre nuestro estado y se manifiestan en el plano corporal.
Conseguimos una fluidez en nuestra vida, en nuestras relaciones y nos volvemos más flexibles con nosotros mismos y con todo lo que nos rodea pudiendo alcanzar un estado de paz interior duradero.
Salvador.
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